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lunes, 31 de octubre de 2016

La castañada entre pedales








Empezamos el recorrido con la niebla como compañera de viaje, aunque poco a poco se fue desvaneciendo para dar paso a un día de mucho sol.

La subida continua desde Vic se hacía notar, aunque poco a poco y casi sin darnos cuenta, llegamos a Cantonigrós. Compramos un par de Coca-Colas y algo de queso y decidimos hacer un picnic nada más salir del pueblo. La idea no pudo ser más acertada. Nos tumbamos en un prado con vistas espectaculares a las montañas, dónde el Pedraforca parecía saludarnos desde la lejanía. Unos pájaros migratorios se despedían de nosotros, y alguna que otra araña andaba ocupada tejiendo sus telarañas alrededor de nuestras bicis.

A partir de aquí y ya hasta Rupit, el recorrido fue de cuento. Cruzamos campos verdes con masías centenarias, pasamos por Tavertet y disfrutamos de las vistas desde lo alto de los 'cingles', para finalmente y tras cruzar algún que otro bosque repleto de setas, llegar a Rupit.

Llegamos bien entrada la tarde, pero todavía con luz suficiente como para callejear por el pueblo, degustar unas castañas y como no, comprar una 'secallona', típica de la zona.

Al día siguiente y después de un desayuno de payés, decidimos hacer una pequeña excursión al 'Salt de Sallent' antes de seguir pedaleando. Así que después de unos 35 minutos andando a lo largo del río, llegamos a una cascada con una caída impresionante de 100 m. en un entorno de nuevo, espectacular. Muy recomendable visitar este lugar si se anda por la zona.

De regreso al pueblo, nos subimos de nuevo a las bicis para terminar nuestra ruta. Empezamos el descenso cruzando bosques y más bosques hasta llegar al embalse de Sau, dónde el campanario de 'Sant Romà de Sau' asomaba por encima del agua más de lo que debería.

Vic estaba cerca y, tras un último esfuerzo, nos plantamos en la 'plaça Major' del pueblo, terminando así nuestro viaje de dos días.

miércoles, 17 de agosto de 2016

Holbox






Hace varios años descubrí Holbox, una recomendación de una buena amiga. Holbox es una pequeña isla, en donde parecía que podías huir del ajetreo turístico de Cancún y sus alrededores. Un lugar lleno de calma y belleza.
Hoy en día conserva parte de su encanto, sigue siendo un paraíso, pero un paraíso a compartir, aún muy recomendable. Aquí pudimos olvidarnos de todo, disfrutar de unos días de sol y relax.

Para llegar, necesitas ir a la terminal del ADO en Cancún, tomar un bus hasta Chiquilá 2:30h aprox. Después en el embarcadero salen ferrys cada media hora. Listo, ¡Llegas al paraíso!

martes, 12 de julio de 2016

PASEO BICICLETERO







Y por fin llegó el gran día: ¡mi cumpleaños! El día pintaba lluvioso, con grandes nubes grises y algo de viento. ¿Y? ¿Que mejor regalo que alquilar unas bicicletas y mezclarnos con los cientos de ciclistas que llenan las calles cada día?

El 50% de los ciudadanos utilizan la bicicleta para ir a trabajar y el número de bicicletas supera al de habitantes, convirtiendo Copenhague en una de las ciudades con más trafico rodado del mundo. Bajo esa premisa, circular en bicicleta requería algo de habilidad y sobretodo, ¡valentía!

Después de 10 minutos pedaleando, conseguimos domesticar las grandes bicicletas talla XXL que nos habían prestado. Al ir motorizados, pudimos ampliar el área de la ciudad, visitando el castillo de Rosenborg, Kastellet y la sirenita, símbolo de la ciudad. Seguimos a lo largo del muelle para luego desviarnos dirección Christiania, ciudad fundada por okupas en los años 70 y caracterizada por vivir al margen de la Unión Europea, sin impuestos y con sus propias leyes.

lunes, 11 de julio de 2016

KØBENHAVN

Considerada como una de las ciudades más ecologistas del mundo, Copenhague es una ciudad dónde tradición y modernidad van de la mano.

Llegamos un jueves por la mañana, bajo un sol inusual y con muchas ganas de conocer. Nos alojamos en un apartamento cerca del centro, en Norrebro, el barrio más multicultural y pintoresco de la ciudad. Dejamos los bártulos y nos fuimos directos a la parte más antigua, dónde estuvimos callejeando sin un rumbo concreto. Así pues paseamos por delante del Tívoli, el Ayuntamiento, Stroget, la universidad y el palacio de Christianborg, pasando también por el Teatro Real hasta llegar a Nyhavn, dónde una puesta de sol de cuento nos sorprendió. El encanto del canal, junto con las casas de colores y los barcos de madera, daba al lugar una atmósfera especial.

domingo, 10 de julio de 2016

SECUESTRO EXPRESS

La nota era clara: 'Ten cuidado, te estamos vigilando. Algo va a ocurrir en dos días'. Estábamos a mediados de Abril, mes dónde la primavera llega y mi cumpleaños, también.

La cara de desconcierto era evidente. Dos días...mmmh... justo para mi cumpleaños... De camino a casa iba mirando de reojo a la gente, cauto. Decidí no darle más importancia, esperar a ver que. Al día siguiente y ya con la cabeza en otras cosas, apareció el segundo mensaje. Rezaba así: 'Sólo queda un día. Prepárate'.

Una gota de sudor apareció en mi frente. Estaba claro que alguien estaba tramando algo, y todas mis sospechas iban a parar a Eli, evidentemente. ¿Que estás montando? -preguntaba. Yo? Nada, respondía sonriente.

Así que finalmente llegó el gran día. Y los nervios también. Una última nota, algo más relajada, desveló el misterio. Con el gran día, llegó el regalo, ¡un viaje a Copenhague!

domingo, 12 de junio de 2016

TAKAYAMA Y ALREDEDORES








Seguimos nuestras andanzas por los Alpes Japoneses hasta llegar a Takayama, ubicada en la región montañosa de Hida. Perfecta para recorrer andando o en bicicleta, sus calles respiran un estilo de vida tradicional. Pasear por el casco viejo de la ciudad es como pasear por la historia, dónde las fábricas de sake y sus casas de madera del periodo Edo están perfectamente conservadas, inmutables al paso del tiempo.

Rodeada también por grandes montañas con cimas superiores a 3.000m., quisimos cerrar nuestro viaje a Japón haciendo una excursión por el parque nacional del Kamikochi. Así que, al día siguiente, nos levantamos bien temprano para coger un autobús que nos llevaría puntual a la entrada del parque. No olvidamos comprar una pequeña campana 'ayuenta-osos' por si las moscas. Nos habían dicho que por los bosques del parque habían algunos y decidimos ser precavidos después de la experiencia que tuvimos días atrás.

La ruta elegida fue la de la ascensión al Dakesawa, de unas 3 horas, dónde cruzamos bosques de coníferas y un glaciar hasta llegar al refugio. Ahí dimos la vuelta después de disfrutar de las vistas.