Menu

domingo, 12 de junio de 2016

TAKAYAMA Y ALREDEDORES








Seguimos nuestras andanzas por los Alpes Japoneses hasta llegar a Takayama, ubicada en la región montañosa de Hida. Perfecta para recorrer andando o en bicicleta, sus calles respiran un estilo de vida tradicional. Pasear por el casco viejo de la ciudad es como pasear por la historia, dónde las fábricas de sake y sus casas de madera del periodo Edo están perfectamente conservadas, inmutables al paso del tiempo.

Rodeada también por grandes montañas con cimas superiores a 3.000m., quisimos cerrar nuestro viaje a Japón haciendo una excursión por el parque nacional del Kamikochi. Así que, al día siguiente, nos levantamos bien temprano para coger un autobús que nos llevaría puntual a la entrada del parque. No olvidamos comprar una pequeña campana 'ayuenta-osos' por si las moscas. Nos habían dicho que por los bosques del parque habían algunos y decidimos ser precavidos después de la experiencia que tuvimos días atrás.

La ruta elegida fue la de la ascensión al Dakesawa, de unas 3 horas, dónde cruzamos bosques de coníferas y un glaciar hasta llegar al refugio. Ahí dimos la vuelta después de disfrutar de las vistas.

domingo, 21 de febrero de 2016

LA NAKASENDO











Cuando planeamos nuestro viaje a Japón, lo quisimos dividir en 3 partes: grandes ciudades, lugares con tradición y por supuesto, naturaleza. Claro que, ir acompañada por un amante de la naturaleza tiene sus ventajas. Así fue como llegamos a la tercera parte de nuestro recorrido: los Alpes Japoneses.

Para comenzar la Nakasendo tuvimos que llegar a Magome, un pueblo parecido a los escenarios de la película 'Tigre y Dragón', con bellas casitas rodeadas de montañas que la hacían parecer una típica y pintoresca postal japonesa.  

De este modo comenzamos nuestra pequeña aventura por una de las rutas más antiguas de Japón, la Nakasendo, ruta comercial que comunicaba Kioto con Tokio durante la época del shogunato Tokuguawa.

Nuestro recorrido comenzaba de forma tranquila, dónde los sonidos del bosque llenaban nuestros sentidos. Se podía respirar en el ambiente esa calma y tranquilidad que te da estar en medio de la naturaleza, rodeados de árboles gigantes que dejaban entran destellos de luz, iluminando diferentes detalles como si quisieran llamar nuestra atención. De pronto una señal de la cual colgaba una gran campana llamó nuestra atención. Advertía: tocar para ahuyentar a los osos!

Pensamos que era broma y seguimos nuestro camino. Al encontrar la segunda campana, nos miramos sin decir nada, hasta que en la tercera, pensamos: ¿Será verdad?

Toda la tranquilidad que habíamos logrado hasta ese momento desapareció y, aunque tratamos de tranquilizarnos, no podíamos dejar de pensar en un oso gigante levantándose a dos patas. ¿Y si nos sale uno, ¿¡que hacemos?! la respuesta era simple y sencilla… correr y cruzar los dedos!!!

martes, 5 de enero de 2016

MIYAJIMA










Llegamos temprano a la estación de Hiroshima, dónde decidimos visitar el monumento de la paz antes de proseguir nuestro viaje a Miyajima. Conocida también como la cúpula de la bomba atómica, el edifico en ruinas es un recuerdo de lo que pasó un 6 de agosto de 1945 y un símbolo de esperanza para la paz mundial. Aprovechamos también para visitar su museo, situado a poca distancia del lugar.

Proseguimos nuestro viaje dirección sur con un tren local hasta Miyajimaguchi dónde, tras un breve trayecto con el ferry, llegamos a la isla de Miyajima. Su gran Torii flotante, símbolo por excelencia de la isla, nos dio la bienvenida. Decidimos perdernos por todos los rincones de la isla admirando sus santuarios y templos, mientras los ciervos, que campaban a sus anchas, iban y venían pidiendo comida. Probamos también una de las especialidades de la isla: las ostras.

Ya al día siguiente y después de un desayuno estilo japonés, decidimos hacer una excursión al monte Misen por la ruta del Daisho-in. Con unas vistas fantásticas sobre el mar interior, atravesamos bosques y algún que otro santuario hasta llegar a la cima, unas dos horas después.

NARA






A poca distancia de Kyoto se encuentra la que fue la antigua capital de Japón: Nara. Después de un breve paseo desde la estación de tren, llegamos al parque de Nara, dónde multitud de ciervos se nos acercaron. Y es que, parece ser, que los ciervos sika estan considerados como mensajeros de los dioses y deambulan por las calles en libertad. Nos dejamos caer por el templo de Todaiji, famoso por la estatua del Gran Buda, el Kasuga Taisha con sus miles de lámparas de bronce y por el templo Horyuji, considerado como la pagoda más antigua del mundo.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

ENCUENTRO CASUAL - GION






Cierra los ojos y piensa en Japón. Hay imágenes y palabras que llegan a tu mente rápidamente: Sushi, Pokemon, Dragon Ball, Ninjas, Samurais y por supuesto, Geishas.

Este post estará dedicado a estas mujeres de tradición milenaria que pueden parecer mágicas, salidas de una película de Takeshi Kitano, Akira Kurosawa o la bien conocida novela 'Memoirs of a Geisha' de Arthur Golden.

Muchas historias rodean el significado de una Geisha, mujeres de compañía, mujeres dedicadas al entretenimiento de un público selecto y siempre rodeadas de elegancia y glamour. Una vida entera dedicada al estudio de las artes para el entrenamiento.
Se dice que antiguamente las niñas eran vendidas a una edad muy temprana para comenzar con sus  estudios en las artes tradicionales y poder convertirse en Geisha.

En el Japón actual la figura de las Geishas sigue existiendo y, aunque su número se ha reducido, aún existiendo pocas tuvimos la oportunidad de ver a una de verdad. 

domingo, 18 de octubre de 2015

KYOTO








Pasear por la antigua capital de Japón a golpe de recomendaciones fue la decisión más acertada para conocer la ciudad. Había mucho por descubrir, ganas de verlo todo y 5 días por delante. Para ser más prácticos, dividimos la ciudad por zonas, eso si, aplicando la improvisación como animal de compañía.

Paseamos por las calles de Miyagawacho admirando su arquitectura y tiendas tradicionales, nos perdimos por el Fushimi Inari y sus 4 km de Toriis y visitamos algunos de sus templos más conocidos, como el Ginkaku-ji (Pabellón de Plata), el Kinkaku-ji (Pabellón de Oro) o el Nanzen-ji, por nombrar algunos. También nos relajamos en algún que otro jardín Zen y recorriendo el paseo de los filósofos.

La guinda del pastel fue tropezarse con una Geisha en una calle cualquiera del barrio de Gion. Increíble.

lunes, 12 de octubre de 2015

O-BON








El Shinkansen salió puntual de la estación de Tokyo hacia nuestro siguiente destino: Kyoto. Habíamos planeado llegar ese día para coincidir con la celebración de uno de los festivales más conocidos de todo Japón: El O-Bon. De origen budista y dedicado al recuerdo de los muertos, se dice que los espíritus de los fallecidos visitan el mundo de los vivos y que vuelven a su mundo a través del fuego.

Nos dirigimos al puente que cruza el río Kamogawa, al oeste de la ciudad. Nos habían dicho que era uno de los mejores lugares para poder disfrutar del evento. Había mucho ambiente, música y varios puestos de comida.

Ya hacia las 20:00, lanzaron cientos de farolillos al río para que se alejaran flotando y guiaran a los espíritus de vuelta a su mundo mientras que, en las montañas y a lo lejos, se encendían hogueras gigantes en forma de kanjis como señal de despedida.